Caminando entre cruces de avenidas organizadas entre semáforos y múltiples señales que tratan de ordenar las idas y venidas de unos y otros para no causar interferencias...me hizo pensar en los 3 colores de los semáforos y su significado universal extrapolable a nuestras acciones diarias:
Color verde (esperanza) ... "avanzar", inserto en el disco para vehículos o el muñeco representativo para peatones
ámbar... "precaución"
rojo..."detenerse"...
Señales que debiéramos tenerlas presente en el día a día de nuestras interacciones y relaciones personales de cualquier ámbito
y que en la mayoría de las ocasiones no advertimos por no ser capaces de intuir, observar
e interpretar
A veces, tenemos una clara señal "roja" frente a nosotros que nos avisa de poner freno...y podamos creer que aún está en ámbar y podemos traspasar
Otras veces ante la espera, optamos por tomar otro camino en el mismo cruce creyendo ganar tiempo para atravesar la vía, pero circundando una opción que hará más larga la travesía
En ocasiones, ese color verde que nos indica que avancemos, nos hace frenarnos inicialmente ante la duda de poder resultar "atropellados"
La vida, nuestros días, están llenos de señales en nuestras relaciones diarias que suelen pasarnos desapercibidas; y ahí es donde debemos saber interpretarlas e intuir si estar, esperar, entender y/o aceptar.
No es necesario hacer esta reflexión sobre el pasado, pero sí tal vez sobre el presente para comprobar si padecemos de DALTONISMO al confundir los colores (fundamentalmente rojo y verde) no por una circunstancia neurológica, sino de falta de prudencia y mesura ante las señales.
UN gran número de población NO sabe o NO quiere escuchar
Otro gran número, NO sabe o NO quiere observar, interpretar y acatar las señales que le llegan del prójimo
¿ Has analizado las señales que te rodean?
Si te las saltas, tal vez aún estés a tiempo de poder realizar alegaciones en tu descargo...o tal vez tengas que aceptar la sanción sin bonificación alguna
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