viernes, 2 de agosto de 2019

MILAGRO DE FLOTACION

Budapest, 25 julio 2019
Sumergido estos días en países de Centro Europa de contrastes y sabores diferentes,
en algunos apenas reconstruyéndose las heridas de la Segunda Guerra Mundial marcadas en las
fachadas de los edificios del fuego enemigo,
en otros, sorprendido ante la majestuosidad de los palacios imperiales, catedrales,  fortalezas, espacios y avenidas bañadas por el Danubio

Y entre tanta belleza inabarcable a los ojos y la marea de razas diferentes enfundada en mochilas y cámaras, pensaba en el odio, temores, muertes y lucha entre las distintas nacionalidades años atrás en esos mismos territorios.
Miraba atónito los pequeños monumentos y homenajes simbólicos a tanta barbarie (Holocaust Memorial Center, monumento de los zapatos en Budapest...entre otros),
y me reconfortaba entre tanta amargura, comprobar que la relación social entre las distintas etnias que allí se encontraban era de normalidad, aceptación y respeto.
Y que pese a que la intervención militar de distintos Estados aniquilaron, destruyeron y llenaron de lágrimas el Moldava y el Danubio y algunos aun están recomponiéndose, ese oscuro y triste pasado de genocidio, hoy en día, da paso a que en las calles y las terrazas, los hoteles y los monumentos, las razas y nacionalidades que se agredieron, comparten con aparente normalidad, respeto y tristeza esa huella del pasado mirando hacia adelante.

(Me viene al recuerdo un hermano que cuando aún era una propuesta de hombrecito y comprobó en la orilla que su cuerpo por primera vez flotó en el agua del mar durante unos segundos...exclamó a gritos "¡¡ milagro, milagro, ya sé nadar!!" ante la mirada atónita de los que allí estábamos).

¡¡Milagro!! que pese a las luchas y destrucción entre pueblos años atrás... nos mantengamos a flote

ARQUITECTURA GRUPAL