La semana pasada asistí perplejo a una reunión de comunidad de vecinos donde uno de ellos reprochaba vehementemente al otro ocupar el espacio común del garaje impidiéndole
la apertura total de la puerta de su vehículo. Y nadie intervenía en el cruce de reproches mutuos. Y no se entendían. Y no se escuchaban. Y lo más sorprendente, no ponían fin de forma ordenada, pacífica e inteligente a una solución que se antojaba sencilla. Se trataría únicamente de mirarse a los ojos sin rencor ( anunciaban que llevaban años soportando esa situación y quejas y no se corregían) y escucharse con un tono equilibrado.
Y pensaba en lo importante que es saber guardar las formas,
lo fundamental que es mantener el equilibrio mental suficiente para escuchar, atender y exponer (cuando ante un enfado ajeno alguien guarda la compostura, suele descolocar mucho y equilibrar la balanza a su favor).
Y hoy estuve "mediando" con un colectivo desacompasado
Un grupo en donde debiera reposar la armonía más que en ningún otro colectivo para no sonar desafinados.
Y lo estaban
Y lo están
Y pensaba, en lo necesario que es saber mirarse a los ojos
Y saber escuchar
Y aceptar
y entender...
y colocar las "fichas" en perfecto equilibrio
la apertura total de la puerta de su vehículo. Y nadie intervenía en el cruce de reproches mutuos. Y no se entendían. Y no se escuchaban. Y lo más sorprendente, no ponían fin de forma ordenada, pacífica e inteligente a una solución que se antojaba sencilla. Se trataría únicamente de mirarse a los ojos sin rencor ( anunciaban que llevaban años soportando esa situación y quejas y no se corregían) y escucharse con un tono equilibrado.
Y pensaba en lo importante que es saber guardar las formas,
lo fundamental que es mantener el equilibrio mental suficiente para escuchar, atender y exponer (cuando ante un enfado ajeno alguien guarda la compostura, suele descolocar mucho y equilibrar la balanza a su favor).
Y hoy estuve "mediando" con un colectivo desacompasado
Un grupo en donde debiera reposar la armonía más que en ningún otro colectivo para no sonar desafinados.
Y lo estaban
Y lo están
Y pensaba, en lo necesario que es saber mirarse a los ojos
Y saber escuchar
Y aceptar
y entender...
y colocar las "fichas" en perfecto equilibrio