los tendones entumecidos
los reflejos agarrotados
Cuando percibamos apatía en el entendimiento de las andanzas ajenas
de las razones foráneas
de las reflexiones contrarias...
En el instante que dejemos de creer en el prójimo y veamos una
intención que tal vez la insuficiencia de "luz" no nos permita ver con claridad...
entonces...
tal vez, ha llegado el momento de estirar la mente, desentumecer el cuerpo y alargar los gestos
para comprender, aceptar y visionar que todo lo que nos rodea, nos guste o no nos guste, forma parte de nosotros mismos
Despereza la mente
y apunta con firmeza hacia lo más alto del cosmos