viernes, 2 de noviembre de 2018

ARMONIA

No deja de sorprenderme la de veces que en la calle te cruzas con gente que lleva el rostro desencajado... de preocupaciones

la de situaciones complejas que vemos a diario de gente en el fútbol gritando totalmente enfurecidos por un error ( generalmente involuntario) del árbitro o un futbolista del  propio equipo; agrandado al extremo de padres enrabietados en partidos de fútbol infantil pretendiendo erigirse en árbitros armados con una munición verbal destructora,


la de bocinazos y gestos coléricos por un entorpecimiento banal y puntual en la circulación de las ciudades...

la de reproches y salidas de tono, en la mayoría de las ocasiones, inoportunos, improcedentes e inoperantes.

Y pasaba caminando  desconcertado por esas "visiones" nocivas en la salud mental de la gente, cuando de repente me encontré a un vagabundo sentado junto a su perro...haciendo sonar una flauta.
Ajenos a la desarmonía ( "perroflauta") con la que despectivamente le tilda parte de la población...

Y el desasosiego de tanta contrariedad en la sociedad, de tanta carga negativa en acciones y omisiones deshumanizadas, se paralizó por un momento. Y en sus ojos ví armonía,
el equilibrio justo que vagaba ausente en la gente que pasaba por delante de su moderación y quietud

Y me hizo reflexionar en que su aspecto de vida desordenada, con sus trapos y desorden aparente junto a su perro y su flauta,  dotaba de armonía el ambiente desafinado de la sociedad.

Y sonreí
Y pensé de nuevo en palabras, ilusiones y emociones...

Sus notas, me hicieron por un momento rescatar el equilibrio emocional



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