Tantas veces luchamos contra el tiempo tratando de adelantar y organizar lo que solo el es capaz de reubicar en el espacio, que olvidamos el equilbrio que ha de pausar nuestras acciones.
Cuando tenemos prisa y buscamos y rebuscamos en un armario, casi nunca aparecen las cosas...hasta que luego de la desesperación, cogiendo el aire suficiente , siempre terminan apareciendo sin ese esfuerzo descomunal que desgastaba nuestra paciencia.
El refranero, siempre reflexivo, guarda en su baúl que " las prisas nunca fueron buenas"
Y en la vida, en el día a día, llévalo a tus acciones e impulsos diarios.
Enciende la luz de tu armario mental virtual, respira hondo, piensa, busca, otea.... y tiempo...siempre tiempo.
Y ahí, siempre han de aparecer las soluciones. Con pausa y con luz suficiente