Como en la infancia
mezclado entre los colores y olores del día,
Subiendo y bajando sin tiempo para guardar una fila . El "niño" q nos precede entorpece la subida para llegar a parecernos incluso eterna...
Pero siempre alcanzamos la cúspide...y casi siempre las caídas son fugaces y sin tiempo a reaccionar.
Corremos de un lado a otro desbocados para volver a alcanzar el tobogán que tenga menor aceptación para sentir esa libertad de subir y bajar sin pausa
Elegimos voluntariamente desplazarnos sin descanso para no dejar de sonreír...
Hoy miraba esos toboganes. Me recordaba a la niñez. Me hacía pensar en el recorrido de la vida.
Pensaba sobre lo complicado que hacemos en ocaciones las cosas cuando resultan tan sencillas.
Pensaba en los que bajan en su primer tobogán, o el segundo, y la caída la consideran tan violenta y dañina al final de la rampa, que no son capaces de elegir una nueva sensación que le hará olvidar la anterior.
Yo, elijo probar todas las rampas. Empaparme de olores y sabores, de minutos y segundos, arriesgándome a la caída para volver a levantarme y alcanzar una nueva escalera de subida.
Siempre estarás sonriendo. Aunque la noche apague la Luz del día.
¿ "Toboganeas"?
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