Me agrada saber que me lees.
No puedo negar que me sorprende llegar a rincones donde jamás imaginé llegar con mis palabras,
y sentir que mis reflexiones no se quedan anidando en el vacío de un buzón solitario.
Me empuja a seguir escribiendo y dejar que la llave de este armario siga puesta,
esperando que tú y tú la gires,
y te cueles por un instante para acoplarte a las reflexiones
y dudes
y participes de ellasy rebatas
y las niegues
o las afirmes
y busques tu propio equilibrio
¿ me sigues?
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