Desconozco quien se pueda asomar, quien quiera rozar mis palabras, quien abra los ojos tras su pantalla dejándose llevar por reflexiones escritas desde bien adentro.
Tengo tentaciones de volver a sentarme bajo esta luz asumiendo el riesgo de que las palabras no se borran jamás del recuerdo.
Me gustan los silencios porque encierran prudencia
Pero tal vez quiera arriesgarme de nuevo a refugiarme en ti. Aquí. A sólas la pantalla y yo.
A expensas de que una pequeña luz en el infinito del planeta esté releyendo lo que desde aqui quiero transmitir.
Transmites mucho, más de lo que imaginas.
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