Que crueles resultan a veces los silencios... o que intensos pueden parecer.
Silencios acompañados de miradas penetrantes... de miradas de complicidad, de desafío, de amor...de desamor.
Silencios oportunos ante ramalazos de impulsividad que marcan la prudencia para no ser juzgado por un error verbal...error que tal vez no tenga marcha atrás porque siempre se dirá..."lo dijo..."
Silencios pautados tras una cuenta mental hasta 10 para no arrepentirse eternamente.
Silencios para no interferir jamás en las conductas y prejuicios ajenos...
Es aconejable ser cauto, es saludable ser prudente...es exquisito saber callar en el lugar y momento adecuado. Escucha....cuenta....y expresa, con las palabras o rodeado del propio SILENCIO.
Pero siempre debe acompañarse de un gesto no verbal.
Dicen que quien tiene boca, se equivoca
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